lunes, 26 de diciembre de 2011

Navidad 2011


No recordaba cuándo había sido la última vez que la pasamos juntos. No tenía recuerdo alguno de aquella ocasión. No sé qué cenamos, qué nos regalamos ni qué platicamos; de hecho, no sé si platicamos o compartimos la cena en silencio, como en muchas ocasiones.

Sólo recuerdo que en 2007, decidí invitarlos a mi nueva casa. Pretendía que fuera una Navidad especial para ellos y para mí. Iniciaba una nueva etapa en mi vida y quería que la pasáramos juntos, pero esta vez en mi espacio.

Todos aceptaron la invitación, excepto él. Amenazó con anticipación que no iría, que no quería arruinarnos la cena. Prestamos poca atención, pues creímos que era una más de sus advertencias sin cumplir y que llegaría a tiempo para cenar y disfrutar de la noche.

Me esmeré en arreglar la casa, preparé algunas botanas y dejé todo listo. A los pocos minutos, llegaron mis invitados cargados de regalos y refractarios con comida. Al saludarlos, me di cuenta que faltaba un integrante de la familia. Sí, había cumplido su advertencia.

Esa fue la primera Navidad de cuatro que no pasó con nosotros. Sin embargo, este año fue diferente. No sé si el nacimiento de Rodrigo, Emma y Alan le hizo reflexionar, quizá el darse cuenta que la infancia de Naomi está volando o probablemente el no querer pasar una Navidad más solo, pero días antes del 24 dio a entender que sí la pasaría con nosotros, incluso, no se quejó al recibir la notificación de que estaba incluido en nuestro tradicional intercambio.

Tenía muchas expectativas de esta Navidad. Sería la primera con Rodrigo y mis sobrinos, la primera en la que nos reuniríamos tres familias diferentes, la mía, la de mi hermana y la de mi mamá. Había planeado tomar mil fotos, vestir guapos a los niños y hacerles una sesión fotográfica en la sala de la abuela, que,en estas fechas, parece la misma sala de la señora Claus por el colorido y variedad de adornos que coloca en cada rincón.

Nada de eso se cumplió. Mis sobrinos se enfermaron un día antes y tuvieron que estar encerrados con vaporizaciones y medicamento; Rodrigo, puntual como siempre, se durmió a las 8 de la noche; faltó un integrante de la nueva familia, no hubo fotos y fue la primera Navidad, en muchos años, que mi mamá no cocinó su delicioso y esperado menú navideño; sin embargo, fue mucho mejor de lo que esperaba.

Compartimos la cena entre risas, anécdotas y pláticas tontas. El vino hizo de las suyas y nos dio un buen rato de diversión. Hicimos el intercambio y al parecer, por primer año, todos quedamos conformes, o eso dejamos ver. Mi hermano, a su forma particular, pidió sus respectivos abrazos, y todos nos deseamos lo mejor.

Nos quedamos los que debíamos hacer labor de Santa. Acomodamos los regalos alrededor del árbol de Navidad y nos fuimos a acostar. Yo, con la misma emoción de siempre y con la ilusión de ver las caras de los niños al despertar. Compartimos cama los tres y pese a los pronósticos, dormimos perfecto.

En la mañana, el primero en despertar fue Rodrigo. Al ver que estábamos a su lado, pero con gran espacio entre cada uno, se limitó a sonreír y a platicar, hasta que despertó a Naomi, y ella, a su vez, a todos los demás.

Aún con caras de dormidos y con mucho sueño, bajamos al árbol, y la Navidad del 2011 terminó con la imagen más hermosa, los cuatro niños jugando con sus regalos de Santa, gritando y sonriendo.

4 comentarios:

  1. ah, que lindo !!!

    yo siempre digo q estan los q tienen que estar, ni mas ni menos.

    pero si el balance fue positivo, me parece perfecto.

    abrazos!

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  2. Conforme 'crecemos' las navidades son diferentes, ahora nos toca a nosotros crear lindos recuerdos para ntos peques =)
    Muy padre tu blog...Leí algunos de tus otros post...
    me quedo a seguirte..

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  3. ¡¡Qué padre redacción!! Nosotros no festejamos mucho la navidad y aún así me emocioné mucho al leerte. De verdad me imaginé los detalles. Un abrazo!

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  4. Sabríamos que sería una Navidad especial, pero fue muy padre, con la combinación de risas, sorpresas, anécdotas, "suciedad" y platos falsos. Hubo de todo.

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