martes, 16 de febrero de 2010

Valentine´s Day



Anécdotas del 14 tengo varias, algunas no se pueden escribir, otras son muy “x”, otras son simplemente cliché, pero la que más recuerdo es la del año pasado: 14 de febrero de 2009.

Me desperté temprano y con el pretexto del Día del Amor y la Amistad, le mandé mensaje: ¿Qué plan tienes, nos podemos ver? Juré que no recibiría respuesta, pero me contestó y quedamos en que a la 1 iría a su casa. Me arreglé y antes de salir le dije a Roy (mi ex marido): voy con Leonel, al rato vengo.


Casi seis meses sin hablarnos, digamos que me vetó. Es una de las personas más importantes en mi vida, mi amigo, confidente y uno de los pocos que se atreve a decirme lo que piensa sin pelos en la lengua. Una personita a la que adoro, que ha estado conmigo en los momentos más difíciles y también en los más felices, simplemente mi Emosho. Lo extrañaba horrores, tenía muchas ganas de verlo, pero también muchísimos nervios.


Llegué a su casa, toqué y estuve a punto de correr, pero me armé de valor y esperé a que saliera. Diferente a lo que había imaginado, apareció y me invitó a pasar al patio trasero, donde minutos antes de que yo llegara estaba jugando con su perro.


* “Pues tenemos muchas cosas que platicarnos, mi vida, nuevamente, dio un giro de 360 grados; aunque la verdad, para estas alturas, es de 180 porque es la misma historia”, dije.
* “Claro, lo suponía, pero quiero escucharlo de tu boca”, expresó.


Hablamos como 2 horas sin parar, le conté que había regresado con Roy, pero que las cosas no iban nada bien, tan era así que estaba en su casa en vez de estar celebrando con él, lo cual le dio gusto.


Subimos a su recámara a escuchar música en lo que llegaban algunos invitados de su hermana, pues había organizado una comida para uno de sus amigos que cumplía años. Llegó Rodrigo, mejor conocido como Guayabo, uno de los integrantes de “la banda”, como le llama Leonel a nuestro grupo de amigos. Y cual club de solterones amargados, nos dedicamos a despotricar en contra del amor. Guayabo extrañando a su ex novia, Leonel indiferente y sin aceptar abiertamente sus sentimientos y yo… confundida.


Cerca de las 6 de la tarde recibí un mensaje de Roy: “¿tienes algún plan? ¿qué vas a hacer?”. El tiempo se me había ido volando, en algún momento del día había pensado en decirle que fuéramos a cenar o a tomar algo, pero la estaba pasando tan bien con Leo y Guayabo que olvidé mi plan. “Ir con mis amigos, ¿y tú?”, contesté. “Ir con mis amigos”, respondió. Tras ese mensaje, copia de mi respuesta, me olvidé del celular y me dedique a disfrutar la tarde.


Después de la comida nos fuimos a jugar rock band a casa de Guayabo y después, Leo y yo regresamos a su casa para ver una película.


“Son las cinco de la mañana, Leonel, me van a dejar en la calle”, exclamé al darme cuenta de la hora, pero había valido tanto la pena el día que si tenía que dormir en el coche, lo valía.


Llegamos al departamento y tal como lo hacía cuando llegaba tarde a casa de mi mamá, entré de puntitas, abrí la puerta, fui por una cobija y me dormí en la sala porque la puerta de mi recámara había sido cerrada con seguro.


Sin duda fue uno de mis mejores 14 de febrero, recuperé la amistad de mi Emosho y los consejos de Guayabo me sirvieron tanto, que hoy vivo "sola".

5 comentarios:

  1. Los amigos, siempre necesarios. Que bueno que volviste a escribir.

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  2. Malditos hombres, habrá alguno que valga la pena????????

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  3. Leonel aka "Emosho" (chale con el alias) siempre ha de ser un tipo elegante a mis ojos. Y sus cumpleaños no menos apreciados.

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  4. sin los amigos nose que haria yoooooooo, q bueno concoer otra como tu, te quiero janne :)

    pao, lose, si te sirve de consuelo a lo q te hayan hecho a mi una vez me dejaron esperando 11 horas

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  5. puffffffff, oye pos ojalá tus nuevos san valentines sean mejores, jeje

    rubens

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